El matrimonio tradicional es monógamo, o sea, el marido y la mujer no se pueden relacionar con otras personas.
Sin embargo, no todo el mundo piensa así. A muchas parejas les resulta totalmente normal tener una relación abierta que les permita tener relaciones sexuales o incluso salir con otras personas.
Cada pareja determina sus propias reglas, y lo importante es mantener el respeto y la lealtad a lo que se pacta.
Una de estas parejas es Debbie Dowsett y Tony Williams, quienes se conocieron en 1999 en una reunión. Ellos no se enamoraron de inmediato, pero Debbie dice que pensó que Tony era muy inteligente y eso la atrajo.
En esa época, Debbie tenía 26 años y Tony 42. Ellos estuvieron conversando durante 3 meses hasta que finalmente tuvieron una cita romántica. Entonces, en enero de 2000, Debbie se mudó con Tony a la casa de su madre y comenzaron a vivir un gran amor.
Después de 2 años de relación, Tony sugirió que deberían entablar relaciones con otras personas, pero Debbie rechazó la idea, al principio. Ella pensó que eso acabaría mal por los celos que iba a sentir.
Pasaron 5 años desde que Tony hizo la primera propuesta a su amada para que tuvieran una relación abierta hasta que esta se llevó a la práctica. Ellos decidieron usaron un sitio web que promueve reuniones para personas casadas y así fue como empezaron a conocer a otras personas.
Después de recibir el incentivo de su marido, Debbie decidió conocer a otro hombre que estaba interesado en ella. Después del encuentro, regresó a casa y la vida entre ellos continuó en paz. Tony solo quería saber si ella se había divertido.
Solo cuando Debbie se estaba acostumbrando a la idea del matrimonio abierto, Tony también se hizo un perfil en la misma web para conocer a otras personas. Ellos empezaron a tener varios encuentros separados, con personas de personalidades muy distintas, y cuando cada uno volvía a casa, todo seguía bien.
En el pacto o regla que establecieron les permitía salir con otras personas durante la semana, pero acordaron estar juntos los fines de semana. También quedaron en que siempre usarían condones durante las relaciones sexuales para no correr el riesgo de contraer alguna enfermedad y contagiarla a otra persona.
Inclusive, estaba permitido llevar al amante a casa, incluso con Debbie o Tony en casa, ya que no sentían celos ni era un causante de problemas. Solo querían ver la felicidad en el rostro del otro.
La vida de esta pareja se mantuvo normal hasta el 2011, cuando Tony se enfermó. Él tuvo problemas pulmonares y musculares hasta que, en 2019, necesitó que le operaran del corazón. Debbie dejó su trabajo para cuidar a su esposo a tiempo completo.
Tony tuvo que quedarse internado en el hospital, pero aún así incentivó a su esposa a salir con otras personas para distraerse y seguir con su vida. Ella incluso lo intentó, pero ya no tenía tiempo para sus aventuras diarias.
Entonces, Debbie optó por relacionarse con 3 hombres que ya conocía y en los que confiaba, ya que también podrían brindarle apoyo emocional en ese momento tan difícil.
Tony regresó a casa y, en enero de 2020, murió durmiendo al lado de su esposa. La tristeza de Debbie fue muy grande, y como estaba sola, sin hijos, fueron sus amantes quienes le ofrecieron el hombro para consolarla.
Todos los amantes supieron respetar el momento del luto de Debbie, y ahora, con la llegada de la pandemia, se ha tomado un descanso de los encuentros. Pero tan pronto como la situación mejore, y si ella quiere, no se sentirá culpable por volver a encontrarse con personas diferentes, porque sabe que su difunto esposo la apoyaría.
