Agotamiento emocional
Crédito de imagen: Pixabay

El agotamiento emocional: ¿qué es, cuáles son sus síntomas y cómo canalizarlo?

Aprenda a reconocer y valorar las señales de alarma de su organismo para descubrir cómo manejar ciertas situaciones

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El organismo nos provee de muchos recursos para la protección, lo que incluye un conjunto de reacciones y sensaciones. Por ejemplo, el estrés y la ansiedad pueden ser vistos como mecanismos de defensa que nos alertan contra los peligros y llaman nuestra atención para reaccionar.

En principio, estas emociones existen como señales de alarma. En tiempos remotos, la energía que drenaba del estrés y la ansiedad era útil en las actividades de supervivencia y peligro inminente, como la caza o la defensa personal. Sin embargo, lo que en tiempos pasados eran peligros inminentes, hoy son situaciones que en sí no matan a nadie pero igualmente generan una respuesta similar por estimulación psicológica.

Descubra lo que envuelve al agotamiento emocional

El estrés y la ansiedad generan cortisol, una hormona que despierta las alarmas del organismo y lo impulsa instintivamente a tomar acciones de protección y defensa ante peligros inminentes.

Las cantidades de cortisol que produce el organismo frente a las crisis de estrés y ansiedad son enormes y el cuerpo no tiene como procesarlas, debido a que los peligros que habitualmente sentimos no son físicamente reales sino producto del sistema socio-cultural (estrés por trabajo, relaciones, presión económica, entre otros factores). Al no poder procesar el cortisol, el organismo se agota y entra en crisis nerviosa. A eso se le llama “agotamiento emocional”.

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Síntomas

Parte de los síntomas de agotamiento emocional son los siguientes:

  • Aislamiento social;
  • Insomnio;
  • Problemas digestivos severos;
  • Disminución del rendimiento laboral;
  • Dolores de cabeza frecuentes;
  • Crisis de llanto;
  • Autocensura: inhibición para expresar opiniones o emociones;
  • Problemas para aprender nuevos contenidos;
  • Pensamientos negativos y/o autosabotaje.

Tratamiento y canalización

Es fundamental entender que para superar el agotamiento emocional es necesario un proceso de descanso. Si no se interrumpe brevemente el manejo de estímulos que presionan sobre la persona, no es posible liberarse de las secuelas del agotamiento. Haga una pausa en su agenda laboral y tómese un día o dos de descanso, al menos para empezar.

Una vez hecho esto, usted debe vigilar su actitud frente a las dificultades que enfrenta cada día. En las crisis de agotamiento emocional es bastante común magnificar la gravedad de los problemas. Respire profundo y vea el escenario desde puntos de vista alternativos y positivos.

Si usted observa que estas crisis se presentan con cierta regularidad, entonces es hora de que visite a un consejero especialista. Ser acompañado durante un proceso de agotamiento emocional puede ayudarle a encontrar una salida a su problema y puede enseñarle a evitar repetir el círculo vicioso.

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Consejos finales

Superar un estado de agotamiento emocional puede ser una tarea que comprometa también la revisión de sus rutinas diarias. Trate de consumir una alimentación balanceada. Está más que comprobado que una alimentación con todos los nutrientes incide positivamente en la salud mental y no solo en la salud física.

Además, procure practicar ejercicio como un recurso para relajarse y estimular la sensación de bienestar, ya que el ejercicio mantiene activa la producción de dopamina, serotonina y endorfina, hormonas asociadas al placer, la relajación y la alegría respectivamente.

Por último, trate de mantenerse en contacto con personas y experiencias positivas para usted. Aunque hay situaciones y personas que no se pueden evitar, es posible hacer un paréntesis por unos días y recargarse de buenas “vibras” con las personas y experiencias que mejor nos nutren.

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Para obtener más ayuda sobre los cuidados del agotamiento emocional, consulte el siguiente vídeo:

 

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