La energía está en todas partes, y no es solo eléctrica. Es por causa de la energía universal que las cosas se mueven o permanecen en el mismo lugar. Es la fuerza que rige el universo, inclusive los humanos. Entonces, si cada persona tiene energía dentro y alrededor de ellos, ¿pueden las personas absorber la energía de otras personas? Conoce lo que dice un estudio sobre el tema y saca tus propias conclusiones.
Qué dice el estudio
Un estudio en la Universidad de Bielefeld en Alemania, realizó un experimento con algas que demuestra que hay un determinado tipo de alga microscópica que es capaz de absorber energía de otras algas a su alrededor cuando no tiene forma de capturar energía de su fuente natural.
Puede parecer que una cosa no tiene nada que ver con otra, comparando las capacidades de las algas con las de los humanos, pero lo sí que lo tiene. Simplemente, porque las plantas y los humanos necesitan agua y luz solar para sobrevivir, son las principales fuentes de vida.
De acuerdo con la doctora y terapeuta Olivia Bader Lee, es perfectamente posible aplicar a los humanos lo que se ha descubierto que ocurre con las algas, lo que demuestra que las personas pueden absorber la energía de otras personas.
Para comprender mejor el mecanismo de las algas Chlamydomonas Reinhardtii, una especie que fue objeto de la investigación, los científicos las colocaron en un entorno donde no podían realizar su fotosíntesis de la manera normal. Entonces, vieron que las algas tenían una fuente alternativa capaz de capturar energía de las plantas que las rodeaban para sobrevivir.
Las algas hacen esto “digiriendo” las enzimas de celulosa, convirtiéndolas en componentes de azúcar, los cuales se transportan a sus células y se convierten en su fuente de energía.
Ahora es solo cuestión de tiempo antes de que la evolución de las tecnologías permita que este proceso se observe también en humanos. Solo de esta manera será posible confirmar si las personas pueden absorber la energía de otras personas, ya sea de forma involuntariamente o de propósito.
De hecho, muchas cosas cambiarán en el comportamiento humano y la convivencia cuando las personas aprendan a dominar esta habilidad bloqueando o aceptando la energía de quienes están cerca de ellos.
Los científicos que participaron en el estudio y otros que abogan por esta posibilidad retroceden en el tiempo para decir que la naturaleza y los humanos, alguna vez, fueron mucho más cercanos y similares, y que hoy las personas ya no disfrutan de su sexto sentido porque están tan acostumbrados a las actitudes mecánicas y todo lo que la civilidad les ha implantado.
Algunas personas siguen siendo diferentes. Hay quienes sienten la energía de una persona que la aprovecha de buen corazón, que se sienten mejor cuando están en medio de la naturaleza y que cambia su comportamiento y sentimientos de acuerdo con las condiciones del tiempo y el espacio a su alrededor.
Tal vez tú sea uno de ellos, y debería considerarte un privilegiado, usando esta habilidad para hacer el bien, aprendiendo a lidiar con las relaciones tóxicas de una manera tranquila, y teniendo más fácil para encontrar tu felicidad junto con las personas adecuadas.
Infelizmente, este es el mayor problema para del ser humano, y tal vez lo que hace tan superficial estos asuntos: la necesidad de usar algo bueno para beneficio propio o hacer el mal.
